lunes, 31 de diciembre de 2007

Chávez acusó a Uribe de "dinamitar" el proceso de liberación de rehenes


"Nada se ha detenido, la operación está en marcha y entrará en una nueva etapa", dijo el ex teniente coronel faltando cuatro horas para terminar el 2007, al referirse a la suspensión para el proceso de rescate de rehenes. Además acusó a Uribe de dinamitar el proceso con la hipótesis de que el pequeño Emmauel está en Bogotá y no en la selva colombiana.
Dijo que aunque desea "que sea cierto", deja mucho que desear el pronunciamiento de Uribe "cuando pudo hacerlo después de comprobar la hipótesis".
"Él fue a lanzar una bomba, una dinamita al proceso con esta hipótesis", consideró.
El proceso de liberación de rehenes de las FARC tomó este lunes 31 de diciembre el giro de la discordia. Luego de cuatro días de expectativas, el grupo guerrillero envió una misiva a Chávez para atribuir el retardo a la intensificación de los operativos militares por parte del gobierno colombiano en las zonas guerrilleras, lo que imposibilitaría una entrega que garantice la vida de los prisioneros a liberar y de los insurgentes.
En conversación telefónica con Venezolana de Televisión, el Presidente manifestó tener suficientes razones para dudar de las palabras del gobierno de Colombia, quien aseguró este lunes por intermedio de su canciller, Fernando Araújo, que han facilitado ampliamente las operaciones.
"Hay una serie de actores que están haciendo todo lo posible para que se aborte la misión humanitaria", sostuvo Chávez, quien no descartó la posibilidad de que pudiera cambiarse la modalidad de entrega y adoptarse una fórmula "clandestina".
La misiva enviada por el secretariado del estado mayor de las FARC fue remitida el pasado 30 de diciembre. En la carta, los guerrilleros aseguraron que tan pronto hallasen un lugar que brinde toda la certeza de seguridad "estaremos activando los mecanismos que permitan llevar sanos y salvos a los secuestrados".
Chávez aseguró que no está limitado por el tiempo y que invertirá todos los días que fuesen necesarios para llevar adelante este proceso.
Por su parte, el jefe de Estado colombiano Álvaro Uribe ripostó inmediatamente, y reiteró que su Gobierno ha ofrecido todas las garantías para el rescate de tres rehenes de las FARC. Negó que se hubiesen producido combates en las posibles zonas de entrega, como lo habría dejado entrever las FARC a través de una misiva.
Admitió que es posible que haya presencia militar en las zonas, pero solamente aquella convencional por razones de seguridad y no como producto de un operativo extraordinario, pues desconocen cuál sería el punto exacto de la entrega ya que no han recibido las coordenadas de las FARC.
Para demostrar su buena fe en el proceso, Uribe aceptó la creación de un corredor o zona de despeje militar, para que las fuerzas de ese país no tengan operación en una franja entre el sitio dónde están cautivos los secuestrados y el sitio donde los liberarían.
Uribe fue enfático en afirmar que las experiencias anteriores con ese grupo guerrillero demuestran que no se puede confiar en ellos. Aseguró que los delegados colombianos para este operativo de liberación se vieron en la necesidad de transmitirle a los garantes internacionales las experiencias nada gratas que han tenido con el movimiento insurgente, "que fueron capaces de secuestrar a personas como Ingrid Betancourt , quien tomó la decisión de ir a la zona en donde la secuestraron aunque tenía el íntimo convencimiento de que nada le ocurriría con las FARC".
"Estamos llenos de motivos para desconfiar de las FARC", señaló, y admitió que dio instrucciones al comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, para que no se dirigiese a la zona en la que serán liberados los secuestrados, con el fin de preservar su integridad personal.
Esa orden fue transmitida a los delegados humanitarios que están en la zona de Villavicencio, según especificó el mandatario colombiano.
Restrepo: Las FARC mienten y engañan
Más temprano, el comisionado por la paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, acusó a la guerrilla de las FARC de "mentir y engañar" al Gobierno de Colombia, a la buena fe del presidente Hugo Chávez y a los garantes internacionales sobre el proceso de liberación de Clara Rojas, su hijo Emmanuel y la ex congresista Consuelo González.
Restrepo cree que es inaceptable la posición de la guerrilla, que no ha suministrado las coordenadas sobre el lugar donde serán recogidos por una comisión internacional los prisioneros. Señaló que las FARC le han incumplido "al país, a Chávez y al mundo".
Garantes internacionales retornan a Venezuela
Los delegados de seis de los siete países abandonaron Colombia en los cuatro aviones que el Gobierno venezolano dispuso para su desplazamiento y que estaban estacionados en el aeropuerto Vanguardia de Villavicencio, en el centro colombiano, tras conocerse la noticia de que se había frustrado el rescate de rehenes.
Los aviones alzaron vuelo hacia las 17.55 locales (22.55 GMT), después de que las FARC informaran al presidente venezolano, Hugo Chávez, que la entrega de los tres secuestrados se aplazaba por "intensos operativos" militares en Colombia.

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