Palma.- El Mallorca selló su pase a los octavos de final de la Copa del Rey al culminar una remontada épica en los 45 minutos de la segunda parte, tras marcar cuatro goles ante un Osasuna que se defendió bien en el primer tiempo con el 2-0 que traía de la ida, pero que luego sucumbió ante el acierto ofensivo local.
El conjunto navarro mandó en la eliminatoria hasta el gol del venezolano Juan Arango, de falta directa (min. 64), pero luego se diluyó como un azucarillo, víctima de graves errores en defensa.
El argentino Óscar Trejo, ex futbolista del Boca Juniors, no desaprovechó la oportunidad que le brindó el técnico Gregorio Manzano al situarlo por primera vez desde su llegada al club balear, la temporada pasada, en el 'once' titular, y fue el jugador más destacado del Mallorca en la primera parte.
Trejo fue el único que puso en aprietos a la sobria y ordenada defensa navarra, y de sus pies, salieron las mejores opciones para marcar, una de ellas, en el minuto 10. Pero, su aportación fue insuficiente, más que nada, porque no contó con la ayuda del "Caño" Ibagaza ni tampoco encontró respuesta en un apático Daniel Güiza, que falló un gol cantado (min. 51), aunque acertó de pleno al marcar el segundo tanto (min. 64) y el que cerró el marcador (min. 95), de penalti.
El Mallorca puso las ganas y el empeño, y el Osasuna, la calma y el sosiego, apoyado por la renta de dos goles que traía del Reyno de Navarra.
Apenas se registraron un par de acciones ofensivas de los visitantes con cierto peligro, la principal de ellas, un remate de Viana en el minuto 24 que se fue desviado por poco. En esa misma acción, Viana pidió penalti por un supuesto empujón de David Navarro.
A medida que pasaban los minutos, el Osasuna parecía más cómodo en el campo, ya que cerró con acierto las líneas del último pase de Ibagaza, y también hizo lo propio con las bandas, donde ni Borja Valero ni el venezolano Juan Arango encontraban espacios para maniobrar.
Poco varió la situación en la segunda parte. El Mallorca, con el "Galgo" Jonás Gutiérrez en el sitio de Borja Valero, continuó martilleando ante la portería visitante, aunque en este periodo, con mucho más acierto. Además de la ocasión de Güiza, el portugués Nunes estrelló un cabezazo en el palo.
El Osasuna empezó a fallar en su línea más sólida, la defensa, y su entramado defensivo, que había funcionado a la perfección se vino abajo con estrépito tras el gol magistral de Arango. Después, ante el naufragio colectivo en las filas navarras, marcaron Güiza, en dos ocasiones, y Solá en propia puerta, obstaculizado por David Navarro.
Los intentos desesperados del Osasuna para anotar el gol que le situaba, de nuevo, en la Copa del Rey, no prosperaron, a pesar de su esfuerzo. Al final, Güiza cerró el pase a octavos con un penalti en la última acción del partido.
