lunes, 4 de febrero de 2008

Cientos de personas marchan contra las FARC en varias ciudades del país

Más de 400 venezolanos que rechazan la posición del gobierno venezolano de reconocer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como un movimiento beligerante, elaboraron un documento para rechazar tales afirmaciones, texto que será entregado al Embajador colombiano en Caracas.
Esta información la dio a conocer el ex embajador Milos Alcalay, quien desde la plaza Brión de Chacaíto se unió a los manifestantes. "Los venezolanos no estamos de acuerdo con una organización criminal que tiene 700 rehenes, una organización que participa en el narcotráfico y que ha venido estableciendo una serie de mecanismos de terror, de muertes, de asesinatos. Por eso es que en este documento que entregaremos a la prensa una vez que se entregue al Embajador de Colombia, Luis Fernando Marín, que este grupo de todas las tendencias políticas rechaza que el gobieno venezolano le dé beligerancia a las FARC", dijo el diplomático.
Interrogado sobre si veía con buenos ojos la próxima liberación de tres rehenes, según anunció la guerrilla, Alcalay reconoció que toda acción humanitaria es bienvenida por todas las fuerzas del mundo. "Creo que los familiares y los venezolanos, todos nos sentimos felices al ver que tres rehenes sean puestos en libertad. Pero nos duele mucho que todavía sigan más de 700 secuestrados, nos duele que las armas que utilizan las FARC sean utilizadas como un chantaje en contra del Estado de derecho. Y el hecho de que nosotros estemos negociando sin tener contacto con las autoridades colombianas puede ser un mal precedente", agregó.
Asimismo se sumó al llamado que han hecho intelectuales de todas las tendencias políticas, de Venezuela y de Colombia para que se baje el tono. "No puede ser que a través de los insultos al Estado colombiano-que por cierto ha sido muy discreto-y mucho menos decir ahora que nosotros somos las víctimas-sino que realmente se baje la diplomacia de la confrontación".
Movilización
La marcha en Caracas partió con destino a la embajada de Colombia-ubicada en la urbanización Campo Alegre-a las hora prevista, 10:30 am.
En el Zulia, desde la Plaza Yépez de la ciudad de Maracaibo, un importante grupo de personas se concentraba, en protesta además por los ocho secuestrados de la región en lo que va de año. Desde allí, el padre Palmar dijo "queremos la paz, queremos la libertad, queremos la vida. La paz de Colombia es la paz de Venezuela".
Por su parte, el secretario de Gobierno, Pablo Pérez, resaltó el apoyo del pueblo zuliano a la paz; y el Cónsul de Colombia en el estado occidental, Carlos Galvis, quien expresó su agradecieminto por el apoyo.
Desde Táchira, Omar Contreras, profesor de la ULA, dijo que todas las personas deseaban la paz del vecino país. "Nosotros decimos no al terrorismo, no a las FARC, no al ELN, deseamos la civilización del amor y la cultura del amor. Por eso estamos acá, acompañando a los familiares de tantos secuestrados, y los tachirenses, como hermanos que somos a través de la frontera, donde nos une la cultura, la historia, estamos hoy ofreciendo esta solidaridad y decirle no a las FARC y al terrorismo", aseguró el educador.

1 comentario:

Jacko dijo...

En lugares como Inglaterra, España, Francia y más paises que viven movimientos independentistas suelen haber discusiones acerca de la beligerancia que se le debe dar a los grupos que las promueven, sólo en el caso de Escocia e Irlanda del Norte se dejan escuchar planteamientos políticos e ideas debatidas y sopesadas. Aún están en veremos. Montenegro se separó de Serbia hace poco ante el asombro de la comunidad internacional, y los temores de las multiples regiones del globo que ven alentadas sus esperanzas en casos como el de los montenegrinos. Las Farc no son ni lo uno ni lo otro, ni partido político, ni defensores de la democracia, ni ideólogos, ni promueven un pensamiento revolucionario. Sólo son un grupo de narcotraficantes a los que se les permite sacarle provecho a uno de los negocios más lucrativos del mundo: La droga. Están vacios y sin ideas. Gordos y enfermos de estar metidos en la monotonía de una guerra donde ya no se sabe quien es el enemigo.