Presentamos, a través de nuestros enviados especiales, la experiencia de la primera organización nudista del país, que desde hace cinco años ejerce el naturismo en la playa. Asisten grupos familiares y aceptan sus cuerpos sin complejos. El respeto es la norma. Para ellos, es una terapia de crecimiento personal.
Es una experiencia tomar el sol a orillas del mar sin usar el traje de baño. La mayoría de las parejas están casadas, pero también hay un grupo grande de solteros. Es abierto a toda la familia. "Aceptas tu cuerpo sin complejos ni reservas", dijeron.
El Nudismo se define como una percepción positiva del desnudo propio y del cuerpo de los demás, cuya práctica sirve para el crecimiento personal y social. LA PRÁCTICA DEBE EstAR carente de intencionalidad sexual.
“Cuando me dijeron que había una playa en aguas del Caribe venezolano donde se practica el nudismo me pareció poco creíble. Que un grupo de personas se reuna para ir a la playa sin traje de baño, con sus parejas, con sus hijos, con sus hermanos o amigos es, desde sus comienzos en el año 2003, un secreto bien guardado del que no se tenía mucha información.
Alejados del morbo, sin complejos y amparados por una mirada abierta al contacto con la naturaleza, los coordinadores del grupo, que se conformó a través de un portal en internet, me invitaron a vivir la experiencia, luego de tocar sus puertas para indagar de qué se trataba.
La práctica del nudismo o naturismo no es nueva y en el mundo existen decenas de grupos dedicados a disfrutar de una de las libertades individuales menos conocida. En España, por ejemplo, existe legislación sobre esta práctica y grupos inscritos en el registro de asociaciones de la comunidad de Madrid.
Asimilé el tema como curioso e interesante, pero cuando se acercaba la fecha de uno de sus paseos regulares sentí querer dar largas al asunto; y mientras tanto recopilaba datos, hacía contactos y me involucraba con los antecedentes.
Estaba advertido de que en el morral se necesitaban muy pocas cosas. Ciertamente, el bronceador, protector solar, lentes, quizás los audífonos o un libro. Obviamente la ropa y el traje de baño eran de menos importancia.
Luego de un viaje de casi tres horas hacia la costa oriental del estado Vargas, en el que atravesamos la zona urbana de La Guaira y los pueblos varguenses de Naiguatá, Todasana y La Sabana, llegamos al embarcadero final de Chuspa.
Allí abordamos la lancha con rumbo a mar abierto y en media hora estaríamos en la orilla de “Monomanso”, la playa solitaria donde es posible y segura la práctica del nudismo.
Algunos miraron al equipo fotográfico como si se tratara de un intruso y susurraron, pero la autorización al equipo de PANORAMA disipó temores.
Evelyn, perteneciente a Nudista venezolanos, llegó al grupo hace un año a petición de su esposo, un ingeniero de la industria petrolera. “Al principio no me entusiasmó la idea y fui cautelosa, pero lo hice por complacerlo a él, quien finalmente me convenció. Ahora no me pierdo ningún paseo”.
Otros refieren haber tenido una grata convivencia, “aprendes o aceptas tu cuerpo tal cual como eres sin ningún tipo de complejos o reservas”, explicó Yaneth, una agente aduanal.
En la playa Monomanso, el escenario es muy similar al de un cayo en las costas de Falcón o un balneario en isla de Margarita. La gente se relaja y se divierte por igual, los niños juegan, u otros conversan; sólo que esta vez los cuerpos no llevan vestimenta.
Vicente y David se ocupan en detalles de la que prontamente será una organización. El primero es ingeniero civil de profesión y el segundo un ex bombero dedicado al comercio y la tecnología. Cada cual es padre de una niña y cuentan con el apoyo de sus esposas.
“Cualquier persona es bienvenida a nuestros paseos mensuales. Siempre recordamos que se trata de un grupo diverso y familiar ya que asistimos con nuestros chamos, esposas y hasta nos parecemos a un gran club de la amistad”, expresó Vicente.
Se formalizaron y se les reconoce desde el año 2003 como el grupo de Nudistas venezolanos. Desde entonces, hay quienes asistieron porque creyeron cumplir con las normas básicas o simplemente por curiosidad, pero luego no volvieron.
“Le pedimos a los interesados exponer su deseo de ir al paseo en un par de preguntas y de inmediato te das cuenta quienes están identificados con la tónica del asunto. Posterior hay una entrevista o más bien conversación para que todo esté lo más claro posible”, explicó David.
“Nosotros no somos jueces ni excluimos a nadie; algunas personas o parejas se autoexcluyen por sí solas. Generalmente vuelven, pero sí habrá quien no encontró acá lo que buscaba. Y esto es para practicar nudismo de modo natural”, reforzó Vicente.
Como la playa es para disfrutarla noté que parecía extraño el que luego de una hora aún llevara puesto el traje de baño. Andar desnudo es lo corriente, por eso me uní al grupo y apoyé la idea de recrear nuestra propia instalación fotográfica al estilo de Spencer Tunick.
Para ello nos dirigimos a un acantilado ubicado a pocos metros de “Monomanso”. Hombres, mujeres y niños se divirtieron, incluyendo a “Kai”, la mascota que debutó en este viaje. Ni hablar de la joven Sabrina, primera persona en asistir con su mamá .
El grupo varía mensualmente en tamaño. La media de asistencia oscila entre las cuarenta y noventa personas. Los pobladores de Chuspa conocen del grupo y prestan todo el apoyo para el suministro de las lanchas, sombrillas, comida y bebidas.
“Al principio la gente del pueblo comentaba, pero ya se acostumbraron. Ellos son turistas y no hacen nada malo porque desnudos nacimos todos. Acá hay respeto”, afirma Juan “Pachanga”, locutor de la emisora de radio comunal.
Al caer la tarde llegó el momento de vestirse para retornar a casa. ¿Y la ropa?, había olvidado que cinco horas atrás me la quité y la había dejado botada en el acantilado.
El Nudismo se define como una percepción positiva del desnudo propio y del cuerpo de los demás, cuya práctica sirve para el crecimiento personal y social. LA PRÁCTICA DEBE EstAR carente de intencionalidad sexual.
“Cuando me dijeron que había una playa en aguas del Caribe venezolano donde se practica el nudismo me pareció poco creíble. Que un grupo de personas se reuna para ir a la playa sin traje de baño, con sus parejas, con sus hijos, con sus hermanos o amigos es, desde sus comienzos en el año 2003, un secreto bien guardado del que no se tenía mucha información.
Alejados del morbo, sin complejos y amparados por una mirada abierta al contacto con la naturaleza, los coordinadores del grupo, que se conformó a través de un portal en internet, me invitaron a vivir la experiencia, luego de tocar sus puertas para indagar de qué se trataba.
La práctica del nudismo o naturismo no es nueva y en el mundo existen decenas de grupos dedicados a disfrutar de una de las libertades individuales menos conocida. En España, por ejemplo, existe legislación sobre esta práctica y grupos inscritos en el registro de asociaciones de la comunidad de Madrid.
Asimilé el tema como curioso e interesante, pero cuando se acercaba la fecha de uno de sus paseos regulares sentí querer dar largas al asunto; y mientras tanto recopilaba datos, hacía contactos y me involucraba con los antecedentes.
Estaba advertido de que en el morral se necesitaban muy pocas cosas. Ciertamente, el bronceador, protector solar, lentes, quizás los audífonos o un libro. Obviamente la ropa y el traje de baño eran de menos importancia.
Luego de un viaje de casi tres horas hacia la costa oriental del estado Vargas, en el que atravesamos la zona urbana de La Guaira y los pueblos varguenses de Naiguatá, Todasana y La Sabana, llegamos al embarcadero final de Chuspa.
Allí abordamos la lancha con rumbo a mar abierto y en media hora estaríamos en la orilla de “Monomanso”, la playa solitaria donde es posible y segura la práctica del nudismo.
Algunos miraron al equipo fotográfico como si se tratara de un intruso y susurraron, pero la autorización al equipo de PANORAMA disipó temores.
Evelyn, perteneciente a Nudista venezolanos, llegó al grupo hace un año a petición de su esposo, un ingeniero de la industria petrolera. “Al principio no me entusiasmó la idea y fui cautelosa, pero lo hice por complacerlo a él, quien finalmente me convenció. Ahora no me pierdo ningún paseo”.
Otros refieren haber tenido una grata convivencia, “aprendes o aceptas tu cuerpo tal cual como eres sin ningún tipo de complejos o reservas”, explicó Yaneth, una agente aduanal.
En la playa Monomanso, el escenario es muy similar al de un cayo en las costas de Falcón o un balneario en isla de Margarita. La gente se relaja y se divierte por igual, los niños juegan, u otros conversan; sólo que esta vez los cuerpos no llevan vestimenta.
Vicente y David se ocupan en detalles de la que prontamente será una organización. El primero es ingeniero civil de profesión y el segundo un ex bombero dedicado al comercio y la tecnología. Cada cual es padre de una niña y cuentan con el apoyo de sus esposas.
“Cualquier persona es bienvenida a nuestros paseos mensuales. Siempre recordamos que se trata de un grupo diverso y familiar ya que asistimos con nuestros chamos, esposas y hasta nos parecemos a un gran club de la amistad”, expresó Vicente.
Se formalizaron y se les reconoce desde el año 2003 como el grupo de Nudistas venezolanos. Desde entonces, hay quienes asistieron porque creyeron cumplir con las normas básicas o simplemente por curiosidad, pero luego no volvieron.
“Le pedimos a los interesados exponer su deseo de ir al paseo en un par de preguntas y de inmediato te das cuenta quienes están identificados con la tónica del asunto. Posterior hay una entrevista o más bien conversación para que todo esté lo más claro posible”, explicó David.
“Nosotros no somos jueces ni excluimos a nadie; algunas personas o parejas se autoexcluyen por sí solas. Generalmente vuelven, pero sí habrá quien no encontró acá lo que buscaba. Y esto es para practicar nudismo de modo natural”, reforzó Vicente.
Como la playa es para disfrutarla noté que parecía extraño el que luego de una hora aún llevara puesto el traje de baño. Andar desnudo es lo corriente, por eso me uní al grupo y apoyé la idea de recrear nuestra propia instalación fotográfica al estilo de Spencer Tunick.
Para ello nos dirigimos a un acantilado ubicado a pocos metros de “Monomanso”. Hombres, mujeres y niños se divirtieron, incluyendo a “Kai”, la mascota que debutó en este viaje. Ni hablar de la joven Sabrina, primera persona en asistir con su mamá .
El grupo varía mensualmente en tamaño. La media de asistencia oscila entre las cuarenta y noventa personas. Los pobladores de Chuspa conocen del grupo y prestan todo el apoyo para el suministro de las lanchas, sombrillas, comida y bebidas.
“Al principio la gente del pueblo comentaba, pero ya se acostumbraron. Ellos son turistas y no hacen nada malo porque desnudos nacimos todos. Acá hay respeto”, afirma Juan “Pachanga”, locutor de la emisora de radio comunal.
Al caer la tarde llegó el momento de vestirse para retornar a casa. ¿Y la ropa?, había olvidado que cinco horas atrás me la quité y la había dejado botada en el acantilado.
1 comentario:
El sitio web de Nudistas Venezolanos es http://www.NudistasVenezolanos.org
Publicar un comentario