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Entre 2004 y 2007 la administración de Hugo Chávez incrementó a paso firme la entrega de divisas al tipo de cambio oficial, propiciando un salto estelar de 170% en las importaciones no petroleras, pero la expansión, comienza a perder combustible.
Las estadísticas de Cadivi, el organismo encargado de distribuir las divisas, registran que entre enero y febrero de este año el desembolso para importaciones asciende a 5 mil millones de dólares, una cifra que se traduce en un ínfimo aumento de 2,3% versus los 4 mil 886 millones de dólares inyectados en el mismo lapso de 2007.
Este resultado contrasta con el constante aumento de años anteriores, de hecho, al comparar los dos primeros meses de 2007 con el mismo período de 2006 la entrega de divisas para importaciones muestra un salto de 68%.
El domingo 27 de enero Hugo Chávez consideró impostergable un reacomodo en la cantidad de dólares que Cadivi asigna a cada sector de la economía.
"¿Cómo es posible que nosotros en 2007 hayamos dado más dólares para la importación de vehículos que para la importación de alimentos? Eso es una cosa horrible", dijo Hugo Chávez y añadió que "el suministro de automóviles tiene que marchar en función del ritmo de nuestra economía y no marchar víctimas de ese capitalismo salvaje e internacional".
Si bien el tema del "consumismo" y los automóviles es una constante en Hugo Chávez, de hecho, en junio de 2007 se mostró inquieto porque "una de las primeras preocupaciones de un muchacho que se va a graduar de subteniente es el carro", existe un desajuste de fondo que obliga a tomar medidas.
A pesar de que el precio promedio de la cesta petrolera venezolana aumentó 15% en 2007 para ubicarse en 64,95 dólares, el ingreso proveniente de las exportaciones de crudo sólo se incrementó 7% mientras que las importaciones se dispararon en 40%, reduciendo el superávit de la cuenta corriente.
El Banco Central registra que la diferencia entre el ingreso por exportaciones de bienes y servicios y las importaciones, se redujo de 27 mil millones de dólares a 20 mil millones en 2007.
Analistas afirman que la producción de Pdvsa es menor a la que indican las autoridades y que en realidad este superávit cayó a menos de 10 mil millones de dólares, obligando a disminuir las divisas para sectores como el automotriz, electrodomésticos y confetis.
El freno en la entrega de divisas ayudará, junto al aumento del precio del petróleo en lo que va de año, a mejorar las cuentas pero tendrá como consecuencia que los sectores desfavorecidos acudan al mercado paralelo donde el dólar es mucho más caro y, por tanto, lo previsible es que ajusten precios.
No obstante, siendo 2008 un año electoral y tomando en cuenta que la cesta petrolera venezolana cerró la pasada semana en la cumbre de 94,47 dólares, no es descartable que el Gobierno aumente las asignaciones en los próximos meses.La apuesta
A pesar de que la inflación venezolana supera con creces a la del resto de la región, el tipo de cambio oficial se mantiene inalterable desde febrero de 2005, de tal forma, que lo que se compra con 2.150 bolívares en el país es mucho menos de lo que se puede adquirir con un dólar en el extranjero.
El resultado es un incentivo bastante fuerte a importar que requiere de elevados precios del petróleo para mantener a flote las cuentas.
Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa y ministro de energía y petróleo, afirmó en Canadá que la OPEP defendería el piso de 80 dólares para el barril.
Las exportaciones no petroleras, una tarea básica para diversificar las fuentes de ingresos y disminuir la subordinación al precio del barril, no evolucionan. En 2007 suman 6 mil 610 millones de dólares, una magnitud que representa una caída de 2,3% respecto a 2006 y de 12,7% versus 2005.
Las estadísticas de Cadivi, el organismo encargado de distribuir las divisas, registran que entre enero y febrero de este año el desembolso para importaciones asciende a 5 mil millones de dólares, una cifra que se traduce en un ínfimo aumento de 2,3% versus los 4 mil 886 millones de dólares inyectados en el mismo lapso de 2007.
Este resultado contrasta con el constante aumento de años anteriores, de hecho, al comparar los dos primeros meses de 2007 con el mismo período de 2006 la entrega de divisas para importaciones muestra un salto de 68%.
El domingo 27 de enero Hugo Chávez consideró impostergable un reacomodo en la cantidad de dólares que Cadivi asigna a cada sector de la economía.
"¿Cómo es posible que nosotros en 2007 hayamos dado más dólares para la importación de vehículos que para la importación de alimentos? Eso es una cosa horrible", dijo Hugo Chávez y añadió que "el suministro de automóviles tiene que marchar en función del ritmo de nuestra economía y no marchar víctimas de ese capitalismo salvaje e internacional".
Si bien el tema del "consumismo" y los automóviles es una constante en Hugo Chávez, de hecho, en junio de 2007 se mostró inquieto porque "una de las primeras preocupaciones de un muchacho que se va a graduar de subteniente es el carro", existe un desajuste de fondo que obliga a tomar medidas.
A pesar de que el precio promedio de la cesta petrolera venezolana aumentó 15% en 2007 para ubicarse en 64,95 dólares, el ingreso proveniente de las exportaciones de crudo sólo se incrementó 7% mientras que las importaciones se dispararon en 40%, reduciendo el superávit de la cuenta corriente.
El Banco Central registra que la diferencia entre el ingreso por exportaciones de bienes y servicios y las importaciones, se redujo de 27 mil millones de dólares a 20 mil millones en 2007.
Analistas afirman que la producción de Pdvsa es menor a la que indican las autoridades y que en realidad este superávit cayó a menos de 10 mil millones de dólares, obligando a disminuir las divisas para sectores como el automotriz, electrodomésticos y confetis.
El freno en la entrega de divisas ayudará, junto al aumento del precio del petróleo en lo que va de año, a mejorar las cuentas pero tendrá como consecuencia que los sectores desfavorecidos acudan al mercado paralelo donde el dólar es mucho más caro y, por tanto, lo previsible es que ajusten precios.
No obstante, siendo 2008 un año electoral y tomando en cuenta que la cesta petrolera venezolana cerró la pasada semana en la cumbre de 94,47 dólares, no es descartable que el Gobierno aumente las asignaciones en los próximos meses.La apuesta
A pesar de que la inflación venezolana supera con creces a la del resto de la región, el tipo de cambio oficial se mantiene inalterable desde febrero de 2005, de tal forma, que lo que se compra con 2.150 bolívares en el país es mucho menos de lo que se puede adquirir con un dólar en el extranjero.
El resultado es un incentivo bastante fuerte a importar que requiere de elevados precios del petróleo para mantener a flote las cuentas.
Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa y ministro de energía y petróleo, afirmó en Canadá que la OPEP defendería el piso de 80 dólares para el barril.
Las exportaciones no petroleras, una tarea básica para diversificar las fuentes de ingresos y disminuir la subordinación al precio del barril, no evolucionan. En 2007 suman 6 mil 610 millones de dólares, una magnitud que representa una caída de 2,3% respecto a 2006 y de 12,7% versus 2005.
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