Cinco plantas se instalan en Cojedes, Trujillo, Portuguesa, Barinas y Monagas
Que los alimentos no deben ser destinados a la producción de combustibles fue la consigna del presidente Hugo Chávez cuando los presidentes George W. Bush, de EEUU, y Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, sellaron el año pasado una ambiciosa alianza para la producción y distribución de etanol.
Para ese entonces Pdvsa daba los primeros pasos para la instalación de plantas procesadoras de caña de azúcar destinadas a producir etanol, un alcohol combustible que puede complementar e incluso sustituir importantes volúmenes de gasolina de uso automotor.
Del etanol no se volvió a hablar, pero, mientras el Ministerio de Agricultura y Tierras ejecutaba una campaña en contra de lo que denominó "la cosecha de la muerte", los proyectos que prometen etanol con sello venezolano siguieron su curso.
El presidente de Pdvsa Agrícola, Eglis Ramírez, informó esta semana que ya empezó un plan de producción y transformación de caña de azúcar y yuca, del que espera los primeros resultados en unos dos años.
Ramírez firmó el martes con el gobernador del estado Cojedes, Johnny Yánez, un convenio que los compromete a levantar, en el municipio Anzoátegui de esa entidad, una planta que convierta la caña de azúcar en etanol. Se trata, de acuerdo con sus palabras, del cuarto estado del país que incursiona en un proyecto agropecuario que busca producir biocombustibles.
"Estamos simultáneamente desarrollando este proyecto en Trujillo, Portuguesa y Barinas", indicó desde Cojedes sin mencionar la planta de etanol que Pdvsa prometió en diciembre para el estado Monagas.De todo un poco
Ramírez calcula que las destiladoras de azúcar y yuca que el Gobierno está construyendo procesarán las primeras cosechas en el primer trimestre de 2010. Advierte, sin embargo, que antes de producir etanol fabricarán otros productos como "varios tipos de alcoholes y una clase de levadura forrajera, que es un sumo para la producción de alimentos balanceados".
El proceso industrial del etanol y otros biocombustibles es el resultado de destilar y fermentar el líquido que procesan los molinos de los centrales azucareros u otros rubros, como yuca o maíz, en el caso de EEUU.
Se considera que Brasil es el líder en este campo. Este año la estatal Petrobrás anunció la creación de una división especializada para masificar este negocio, no sólo en su territorio sino fuera de sus fronteras. Eso es precisamente lo que ha criticado Venezuela y por ello, en forma paralela y mediante el Tratado de Seguridad Energética, impulsa una política de producir etanol sólo a a baja escala.
Ramírez afirma que el proyecto que diseñó Pdvsa Agrícola "también brinda la posibilidad de generar electricidad, que podría alimentar a las comunidades del entorno". Destaca por eso que estos planes "se convierten en un tremendo instrumento de desarrollo regional".
El presidente de Pdvsa Agrícola no mencionó el monto para cada una de las plantas pero precisó, con respecto al caso de Cojedes, que en este momento están ejecutando los movimientos de tierra para construir una industria que estará en capacidad de procesar 10 mil toneladas de caña de azúcar y producir 700 mil litros de etanol por día.
Este número resulta, sin embargo, insignificante con respecto al consumo interno de derivados, calculado en 44 millones de litros diarios y con una tendencia al crecimiento sostenido desde el año 2005. Para mezclar el etanol en 10% con la gasolina se requieren 4,4 millones de litros al día, seis veces lo que se prevé generar en Cojedes.
Yánez confía en que las plantas de etanol desarrollarán el sector agropecuario del país: "Conforman parte de esa gran franja de los famosos decretos zamoranos que configuran las áreas de producción y que, finalmente, permitirán crear áreas de procesamiento para que los productos del campo puedan ser comercializados".
Para ese entonces Pdvsa daba los primeros pasos para la instalación de plantas procesadoras de caña de azúcar destinadas a producir etanol, un alcohol combustible que puede complementar e incluso sustituir importantes volúmenes de gasolina de uso automotor.
Del etanol no se volvió a hablar, pero, mientras el Ministerio de Agricultura y Tierras ejecutaba una campaña en contra de lo que denominó "la cosecha de la muerte", los proyectos que prometen etanol con sello venezolano siguieron su curso.
El presidente de Pdvsa Agrícola, Eglis Ramírez, informó esta semana que ya empezó un plan de producción y transformación de caña de azúcar y yuca, del que espera los primeros resultados en unos dos años.
Ramírez firmó el martes con el gobernador del estado Cojedes, Johnny Yánez, un convenio que los compromete a levantar, en el municipio Anzoátegui de esa entidad, una planta que convierta la caña de azúcar en etanol. Se trata, de acuerdo con sus palabras, del cuarto estado del país que incursiona en un proyecto agropecuario que busca producir biocombustibles.
"Estamos simultáneamente desarrollando este proyecto en Trujillo, Portuguesa y Barinas", indicó desde Cojedes sin mencionar la planta de etanol que Pdvsa prometió en diciembre para el estado Monagas.De todo un poco
Ramírez calcula que las destiladoras de azúcar y yuca que el Gobierno está construyendo procesarán las primeras cosechas en el primer trimestre de 2010. Advierte, sin embargo, que antes de producir etanol fabricarán otros productos como "varios tipos de alcoholes y una clase de levadura forrajera, que es un sumo para la producción de alimentos balanceados".
El proceso industrial del etanol y otros biocombustibles es el resultado de destilar y fermentar el líquido que procesan los molinos de los centrales azucareros u otros rubros, como yuca o maíz, en el caso de EEUU.
Se considera que Brasil es el líder en este campo. Este año la estatal Petrobrás anunció la creación de una división especializada para masificar este negocio, no sólo en su territorio sino fuera de sus fronteras. Eso es precisamente lo que ha criticado Venezuela y por ello, en forma paralela y mediante el Tratado de Seguridad Energética, impulsa una política de producir etanol sólo a a baja escala.
Ramírez afirma que el proyecto que diseñó Pdvsa Agrícola "también brinda la posibilidad de generar electricidad, que podría alimentar a las comunidades del entorno". Destaca por eso que estos planes "se convierten en un tremendo instrumento de desarrollo regional".
El presidente de Pdvsa Agrícola no mencionó el monto para cada una de las plantas pero precisó, con respecto al caso de Cojedes, que en este momento están ejecutando los movimientos de tierra para construir una industria que estará en capacidad de procesar 10 mil toneladas de caña de azúcar y producir 700 mil litros de etanol por día.
Este número resulta, sin embargo, insignificante con respecto al consumo interno de derivados, calculado en 44 millones de litros diarios y con una tendencia al crecimiento sostenido desde el año 2005. Para mezclar el etanol en 10% con la gasolina se requieren 4,4 millones de litros al día, seis veces lo que se prevé generar en Cojedes.
Yánez confía en que las plantas de etanol desarrollarán el sector agropecuario del país: "Conforman parte de esa gran franja de los famosos decretos zamoranos que configuran las áreas de producción y que, finalmente, permitirán crear áreas de procesamiento para que los productos del campo puedan ser comercializados".
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